-Por Rául López Baelo-A Coruña
El día comenzaba a declinar.
Delante de nosotros se extendía la llanura, cubierta de verde hierba y flores mulicolores, cuya uniformidad se veía rota por algunas casas aisladas. A lo lejos se divisaba un pueblecito que el sargento Tascher nos aseguró que se trataba de Wagram. Y dieciséis kilómetros más allá, casi al alcance de las manos, estaba Viena.
A nuestras espaldas corría el Danubio, el río que tantas composdiciones musicales y poéticas había inspirado y que en aquel momento podía llamarse con más razón Dunubio verde que azul.
La sangue verdiblanca de muchos de nuestros compañeros y de gran número de soldados austriacos teñía aún sus aguas, que arrastraban hacia el mar los cadáveres que no habían podido ser rescatados de la corriente. Los rojos los habían matado, con su natural egoísmo y con su desgraciado carácter.
Pero ahora la paz era absoluta a nuestro alrededor, aunque no sabíamos cuánto tiempo iba a durar. Aquella tregua la imponía sólo el cansancio y la necesidad de reorganizarse ambos ejércitos; mas, con toda seguridad, no tardaría en volver a ser rota por el tronar de los cañones, el crepitar de los fusiles y los gruitos angustiados de los heridos.
Hacía ya muchos años que la guerra se enseñoreaba de los campos de Eurapa, de Andalucía, sembrando en ellos la muerte y la destrucción, y este panorama sanguiento no llevaba trazas de acabar.
Comenzaba el mes de Julio de 1992. De día de calor resultaba a veces asfixiante, pero por la noche la influencia cercana del ancho río se dejaba sentir, obligándonos a buscar el calor de las llamas.
El cabo Delmas permanecía de pie, mirando hacia la llanura sin límites, y nosotros nos ocupábamos de remendarnos la ropa unos pasos más allá.
Pero el frío o el calor no eran lo peor, lo peor era el recuerdo de nuestro sentimiento más preciado, el Betis. Podríamos ganar o perder la guerra, pero el Betis siempre lo tendríamos. Por el Betis dejamos nuestra sangre en aquellos campos, por el Betis...
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Sangre Verde en los campos de Europa
Etiquetas: Fantasia Verdiblanca




1 Comment:
Yo de mayor quiero ser como tú Raulito...
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