Un gran bético de Valladolid nos ha mandado esta carta sobre lo que para el significa el Real Betis Balompie. A continuacion su articulo:
587… esa es la cifra que nos separa, esos son los kilómetros que hay desde Valladolid a Sevilla, ese es el número que hay desde el sofá de mi casa donde te sigo por televisión o radio, hasta el terreno de juego donde el árbitro da comienzo al partido.
Victorias, derrotas, alegrías y tristezas vividas desde lejos, duele mucho no poder estar a tu lado en tus triunfos y aun duele mas no estar a tu lado cuando las cosas no van bien.
Desde pequeñito soy del Betis y desde pequeñito se lo que es sufrir con mi equipo, nunca se me olvidara la mañana posterior al ultimo descenso, yo solo tenia 6 añitos, pero jamás olvidare las palabras de mi madre al verme con los ojos llorosos al salir de casa para ir a la escuela…
Mi madre dijo: no estarás llorando por que haya bajado el Betis, no pasa nada unas veces se gana y otras se pierde…
Pero yo no lo sentía así, no es simplemente una victoria ni una derrota, es más que eso es un sentimiento, una forma de vida, algo mágico que cada vez que lo intento describir unas gotitas llamadas lágrimas, me inundan los ojos.
De pequeño, me recuerdo muy vergonzoso, me ponía nervioso si la gente se me quedaba mirando y eso, ocurría siempre que me veían con la camiseta de el Betis en Valladolid, no dejaba de ser curioso que un pequeñajo paseara por la capital de Castilla y León con la camiseta del Glorioso, eso fue hasta que tuve uso de razón.
A partir de ahí, paseaba mi camiseta de Alfonsito (mi ídolo desde pequeño) por toda la ciudad, me seguía poniendo nervioso si alguien me miraba y comentaba algo, pero no podía tener vergüenza de llevar ese escudo en el pecho, de pasear esos colores, de mostrar, que el Betis es tan grande, que aparece donde menos te lo esperes, en la ciudad de Valladolid donde el fútbol se vive poco y con escasa pasión.
Con doce años, yo viví el mejor momento del Betis en los últimos años, también desde la distancia, recuerdo el pase de Varela y el posterior gol del héroe bético Dani.
Saltaba, gritaba, enloquecía con la consecución del titulo, pero a la misma vez me sentía desafortunado por estar tan lejos de mi equipo. Ver a toda la afición unida en ese estadio y en los aledaños del Calderón me emocionaba muchísimo, todos eran como una familia una gran familia con una cosa en común todos béticos, todos sentían lo mismo cuando el arbitro pito el final del partido, todos se acordaron de aquellas temporadas donde lo pasamos mal, de aquel año noventa y dos donde casi desaparece todo lo que nos unía.
Después llegaron los años duros, es aquí cuando podemos decir que cuando el sufrimiento y la mala época llega, nos sentimos mucho más desafortunados de no poder estar cerca de ti.
En estos últimos cuatro años, han sido innumerables, las veces que e pedido a Dios que te salvara en el ultimo momento, como innumerables han sido las veces que e besado mi cruz y mis estampas de la Virgen y de Jesucristo para que te diera suerte, al fin y al cabo es lo único que podía hacer, pedir que ganaras.
Por eso quiero decir… que esto es más que un equipo, un club, es un sentimiento muy grande, no importa ser de otro lugar, ya que en mi historia la siguiente frase tiene mucho sentido:
Nosotros no elegimos equipo, nosotros somos los ELEGIDOS.
Un enorme abrazo desde esta ciudad y un muy feliz año a todos los beticos del mundo.
De: Alberto Pérez Sacho
FUTBOL EN DIRECTO
DESDE LA LEJANÍA, TE SIENTO.
Etiquetas: Fantasia Verdiblanca




4 Comments:
Si que es grande el manquepierda... Demasiado grande tal vez. ¿Es el Betis un regalo de Dios? ¿O es Dios reencarnado en forma de sentimiento?
No lo se... y creo que nunca se sabrá, algo ten grande es un posible de explicar.
¡¡Un Saludo!!
ni que lo digas compañero
muy buen resumen alberto, aunque parezca raro yo me siento identificado con este articulo pero desde malaga. Feliz año nuevo a todos los beticos.
"...más allá de las fronteras, siempre habrá alguien que diga 'viva el betis manque pierda'..."
Besos a todos los béticos que siguen al GLORIOSO desde lejos, yo también paseé la camiseta de nuestro Betis cuando estuve un año en Alemania ;)
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